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MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!
"Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley"
Romanos 3: 28
La justificación y la justicia se hallan inseparablemente unidas en la Escritura por el hecho que ambas palabras vienen de la misma raíz griega (dikaios, "justo"; dikaioo, "justificar").
El pecador creyente es justificado porque Cristo, habiendo llevado los pecados en la cruz, ha sido hecho la "justicia" de Dios para todos los que en Él confían (1 Corintios 1: 30). La justificación se origina en la gracia (Romanos 3: 24; Tito 3: 4, 5); se efectúa mediante la obra redentora y propiciatoria de Cristo, quien ha vindicado la ley (Romanos 3: 24, 25; 5: 9); se recibe por la fe, no por obras (Romanos 3: 28-30; 4: 5; 5: 1; Gálatas 2: 16; 3: 8, 24); y puede definirse como el acto jurídico de Dios por medio del cual Él, con base en su justicia, declara justo al que cree en Jesucristo. Es el juez mismo quien hace esta declaración (Romanos 8: 31-34).
1 comentario:
Dios nos ama, visita mi blog hermano.
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