Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

jueves, 16 de febrero de 2012

LA SENSUALIDAD 4: LA TENTACIÓN SENSUAL: LOS DESEOS DE LA SRA. POTIFAR


MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

“Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo”. –Génesis 39: 7-
A esto podríamos llamar un ataque directo de los deseos desordenados. En el idioma hebreo en el que originalmente se escribió este pasaje dice sobre la mujer, “levantó sus ojos”, lo cual significa que tenía puesta toda su atención sobre él. Seguro que había estado observando detenidamente a José, no con ojos de supervisión sino con los ojos del deseo y el placer. Su mirada seguro llevaba a despertar su imaginación a los actos sexuales más placenteros y lujuriosos posibles. Tenía las imágenes claras de estar en sus brazos y ofrecerle todo su amor.
Con mucho tiempo libre para hacer lo que le venga en gana, la Sra. Potifar se dejó dominar por los deseos desordenados. Ella trató de atraer a este hombre tan guapo con palabras sensuales llenas de placer a la espera que él cayera en sus brazos apasionados sin mucha resistencia.
Los entendidos en la cultura del antiguo Egipto, verifican que las mujeres egipcias de la antigüedad fueron de las primeras en considerarse liberadas. Los testimonios que han recogido los antropólogos y los restos arqueológicos descubiertos expresan silenciosamente del relajamiento moral de las mujeres egipcias hace miles de años. Esto explica perfectamente la descarada proposición de la Sra. Potifar tuvo para con José.
En tal situación y entendiendo el entorno social liberado de esa época la respuesta de José debe haber asombrado a aquella mujer, tanto igual o más que a nosotros en nuestros tiempos de similar situación social. Es más esa respuesta es un tremendo desafío en nuestros días donde la realidad y la formación social nos induce a satisfacer nuestros deseos sensoriales sin ningún tipo de límite. Miremos los versículos 8 y 9…
8 “Pero José se rehusó y le dijo a la esposa de su amo: —Mire, conmigo mi señor no tiene nada de qué preocuparse en la casa. Me dio todas sus posesiones para que yo las cuidara. 9 No hay nadie en esta casa que se iguale a mí. Lo único que él me ha negado es a usted, porque es su esposa. ¿Cómo puedo yo hacerle a él algo tan malo y cometer un pecado ante Dios?” –PDT-
Tal como había sido de avezada la proposición de la Sra. Potifar hacia José sobre la satisfacción de los deseos lo fue de cortante y determinante la respuesta que José expresó claramente a ella.
Por ningún motivo cedió. ¡¡¡¿Cómo pudo hacerlo?!!! Es la gran pregunta que nos hacemos, es increíble porque todos sabemos lo que un hombre puede sentir ante tan ventajosa situación de placer y lo que es para una mujer que piensa como la Sra. Potifar.
Recreemos la escena… Ella estaba allí, disponible, sin ningún pudor y con todo el deseo. Todo se hubiera podido mantener en secreto con suma facilidad. José era un joven soltero y tal como nosotros hoy en día con fuertes deseos sexuales, sentía lo que tú en este momento puedes estar sintiendo. Es como si estuviéramos experimentando esta situación ahora. ¿Cómo pudo rechazarla entonces?
Lee detenidamente estos versículos:
·         El rechazó su oferta en base a la razón. Eso nos dice de convicciones bien claras. Lo ocurrido era una tontería. ¡Era echar por tierra toda la confianza que tanto trabajo y esfuerzo había costado a José! Recuerda que él era simplemente un esclavo. Él jamás perdió de vista esto, en una situación tan comprometedora y donde si alguien perdía era únicamente él (v. 8).
·         José la rechazó por cuanto su conciencia también le marcaba claramente la conducta a seguir en una situación así de extrema. Para él era inconcebible manchar el nombre de Dios (v. 9).

¿Qué pasó entonces? ¿La Sra. Potifar reconoció su error? ¿Se dio por vencida? De ninguna manera. El acoso no fue sólo por un día sino que el relato bíblico nos refiere que ella misma insistía día tras día; pero del mismo modo nos dice que José la rechazaba constantemente al punto que dejó de escucharla tomando distancia totalmente de ella.
José resulta un hombre digno de admiración. Mujer, ¿no quisieras un hombre así de fiel? Hombre, ¿quisieras tener ese dominio propio? José estaba determinado a no ceder, y simplemente actuó de una manera práctica de modo tal que así se mantenía lejos del alcance de los deseos desordenados de la Sra. Potifar. ¡Una estrategia inteligente por ser totalmente viable!
Cualquiera que haya jugado con los deseos desordenados, puede decir que cuando se apodera de uno queda descubierto totalmente y a total merced de ese deseo. Es como un fuego descontrolado que finalmente quema.

Tremenda situación. No te pierdas la siguiente entrega donde veremos cómo la experiencia humana se puede volver aún más comprometedora. El obrar rectamente tiene situaciones materiales no necesariamente deseadas. Vive la victoria pues Dios ha puesto su presencia en los que creen por la fe en Jesús como su Salvador.

Inquietudes del corazón

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!
Muchas veces por nuestro interior se mueven inquietudes que nos asustan o no comprendemos, entonces no sabemos qué hacer, o cómo enfrentarlas. Aquí una pequeña guía para que sepas como buscar y resolver éstas con tu Biblia, la Verdad, la que nos da la certeza de los que debemos pensar, actuar y sentir.
¿Cómo hago con el sentimiento de desanimo?
1. Salmo 34
2. Isaías 12: 1-6
3. Romanos 15: 13
4. 2 Corintios 4: 16-18
5. Filipenses 4: 10-13
6. Colosenses 1: 9-14
7. Hebreos 6: 9-14
                 ¿Dudas de creer en Dios?
                 1. Salmo 8 y 146
                 2. Proverbios 30: 5
                 3. San Mateo 7: 7-12
                 4. San Lucas 17: 5, 6
                 5. San Juan 20: 24-31
                 6. Romanos 4: 13-25
                 7. Hebreos 11
                 8. 1 Juan 5: 13-15
                                  Cómo hacer cuando experimentamos la frustración
                                  1. Job 21: 1-16; 24: 1-17; 36: 1-26
                                  2. San Mateo 7: 13, 14
                                                        ¿Vives en impaciencia?
                                                        1. Salmo 13; 37: 1-7; 40: 1-5
                                                        2. Eclesiastés 3: 1-15
                                                        3. Lamentaciones 3: 25-33
                                                        4. Hebreos 6: 13-20
                                                        5. Santiago 5: 7-11

                                                       

miércoles, 1 de febrero de 2012

LA SENSUALIDAD 3: "UNA SITUACIÓN HISTÓRICA: UN HOMBRE LLAMADO JOSÉ (1)

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!


En lugar de hablar de manera teórica, alcanzarte “tips”, o hablar sobre el tema de la tentación sexual de manera abstracta, vamos a ir directamente a la vida de uno que tal como nosotros enfrentó cara a cara la tentación. La Biblia nos ha guardado su relato como un tesoro precioso para las generaciones siguientes que nos toca vivir en este mundo de pecado. Él es José y su historia aparece en los capítulos del 37 al 50 del libro de Génesis. Pero pensando en el tema de la tentación sexual será de sumo interés el relato de su vida que aparece en el capítulo 39, cuando el deseo desordenado de una mujer le hizo una visita inesperada e inolvidable.
Para entender el drama en el que vivía José diremos que llegó a ser el esclavo de confianza de un oficial importante de Egipto llamado Potifar. José era hebreo, joven apuesto, quien hace algún tiempo había sido odiado por sus hermanos y luego de una conspiración fue vendido como esclavo por ellos. ¡¡¡Qué tal familia!!! ¿Increíble, verdad? Ser vendido por tus propios hermanos. Aunque José era un joven de grandes principios y dedicado al Señor, José fue un esclavo cualquiera en Egipto.
Lee con cuidado Génesis 39: 1-6
"Llevado, pues, José a Egipto, Potifar, un egipcio oficial del faraón, capitán de la guardia, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá.Pero Jehová estaba con José, quien llegó a ser un hombre próspero, y vivía en la casa del egipcio, su amo. Vio su amo que Jehová estaba con él, que Jehová lo hacía prosperar en todas sus empresas. Así halló José gracia a sus ojos, y lo servía; lo hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Desde el momento en que le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, tanto en la casa como en el campo. Él mismo dejó todo lo que tenía en manos de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía.
José era de hermoso semblante y bella presencia," 
Como te darás cuenta Potifar tenía una gran responsabilidad era “capitán de la guardia”, era el jefe de la seguridad que protegía directamente al Faraón y los más altos dignatarios de su época. Era una especie de jefe del FBI americano o Scotland Yard inglés. Potifar era respetado por su comunidad. Él había hecho una gran compra en el mercado de esclavos con José, pues consiguió un joven maduro y responsable. Por esta razón al cabo de un tiempo fue ascendido al cargo más importante de la casa de Potifar, el de mayordomo, y poco a poco llegó a estar por sobre todo lo que poseía Potifar sin que este llegue a preocuparse por algo de lo suyo.
Dos detalles sobresalientes tiene el relato de estos seis versículos que nos dan un panorama amplio del trasfondo histórico en le que viva el joven José.
1.     El Señor estaba con José. José no hablaba de ello, pero la realidad visible no podía ser ignorada. Su amo lo supo al ser testigo directo y presencial de ello. Todo lo que se encargaba a José lo hacía bien.
2.    Por causa de José, su presencia y el trabajo que hacía, el Señor prosperó a Potifar. Lee con cuidado el versículo 5 del capítulo 39 de Génesis: "Desde el momento en que le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, tanto en la casa como en el campo".

El ascenso a mayordomo era bien merecido, pero la situación fue un paso más allá, José llegó a encargarse de los asuntos personales de Potifar. El hombre vivía sin preocupaciones porque confiaba plenamente en José.
Aquí es importante resaltar que con cada ascenso José se volvía cada vez más vulnerable. Esto porque por cada ascenso tenía más libertad, menos vigilancia y la responsabilidad de dar cuenta disminuía. Mientras más éxitos, aparecen los privilegios y menos gente que se involucra con uno como guía.
Las tentaciones aparecen casi de manera natural en los tiempos de prosperidad o bienestar, sean espirituales, o materiales o ambas. Del mismo modo los tiempos de paz no se encuentran ajenos a la aparición de tentaciones. Tal vez los momentos de escasez y limitaciones hacen que no demos lugar a la tentación porque nos enfocamos en nuestra carencia y dependemos decididamente de Dios. Pero cuando hay seguridad, sonrisas y dulce adulación, ahí nos espera el tentador. Y lo hace con sus mejores armas. Si piensas que debes vivir en guardia, no dudes que son en los momentos cumbres cuando debes estar con la mayor expectación.
José era un blanco sumamente visible y fácil de alcanzar para el deseo desordenado de la carne y la adulación o el halago (sobonería). Su ascenso hacía fácil poder hablar de él, alimentar su ego y entonces mostrarle que puede tener lo que quiere sin dar cuenta a nadie.
Tal vez así entendamos mejor lo que se menciona sobre José en Génesis 39: 6. “Y José era de hermoso semblante y bella presencia”.
Aquí es importante resaltar que no hay nada de malo en ser bien parecido(a) y agradable para la gente. Tal vez no comprendamos por qué algunos son así, pero tampoco podemos decir que es malo. Es como ser rico lo cual no necesariamente es malo. Pero es obvio que intensifica la batalla, porque abre más puertas para que los deseos desordenados lancen su carnada y busquen llevar adelante la tentación de modo que demos rienda suelta a nuestros instintos.
No te pierdas la próxima entrega donde seguiremos conociendo las luchas de José y cómo libró su batalla con la sensualidad.