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martes, 26 de abril de 2011

Dios promete tomarte como suyo propio

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!


"Os tomaré como mi pueblo y seré vuestro Dios. Así sabréis que yo soy Jehová, vuestro Dios, que os sacó de debajo de las pesadas tareas de Egipto." -Éxodo 6: 7-



De diversas maneras, la historia del pueblo de Israel es el fiel reflejo del peregrinaje que nos toca a todos los seguidores de Jesús sobre esta tierra. Esta es una de las razonas por las cuales el Antiguo Testamento conserva su importancia para los cristianos de hoy en día.


La riqueza del Antiguo Testamento se manifiesta en la riqueza de sabiduría que podemos encontrar, la misma que es pertinente y actual para cualquier situación de tu vida por la que estés pasando y entender lo que está por delante.
Cuando Dios dijo: "Os tomaré como mi pueblo y seré vuestro Dios. Así sabréis que yo soy Jehová, vuestro Dios, que os sacó de debajo de las pesadas tareas de Egipto." No se estaba dirigiendo únicamente a los Israelitas. También estaba mirando a través del tiempo y en su infinita omniciencia se dirigía también a los cristianos de hoy en día.


Dios sabía que tú estarías en la tierra en este momento, había determinado tu existir desde antes de la fundación del mundo, y quería darte la seguridad que te había aceptado como suyo propio. La nación de Israel era de Dios por la fe y obediencia de Abraham.


En el día presente, tú eres una persona escogida por el amor y la obediencia de Jesús.


Pertenecer a Dios por medio de Jesús muestra claramente tu valor. Este valor se encuentra por encima de tu habilidad para los deportes, tu talento para la música, tu mente, tu fortaleza física, pues ninguna de ellas determinan tu valor eterno o trascendente. Por encima de las cosas extraordinarias que tienes, tu valor se determina por ser creación de Dios, a imagen y semejanza de Él. Vales porque más allá de ser creación de Dios, la imagen de Dios puede reflejarse en tí por la fe en Jesús.


Recuerda, Dios te acepta como suyo propio.





Puedes buscar sobre tu pertenencia también en Romanos 1: 17 y 3: 10

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