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viernes, 6 de enero de 2012

Con creer basta... ¿será así?

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!
Hoy en día está muy difundida la idea que lo importante es creer. Hay un ambiente de "creencia cómoda" que permite a las personas experimentar una felicidad inicial y efímera que contrasta mucho con lo que el evangelio nos enseña. La felicidad humana es muy placentera, terriblemente sensorial, pero es algo así como la niebla que se percibe más no se toca o satisface. Pasa sumamente rápido que no deja nada, muy por el contrario muchas veces quita o deja amargura, dolor e insatisfacción. Lo que hace que recurramos a ella vez tras vez para intentar que sea diferente y algo quede. Nunca trae satisfacción profunda y de larga duración. El gozo profundo y de larga duración es el resultado de una obediencia seria a los mandamientos de Dios.
Jesús habló sobre el creer con facilidad. Sigamos sus palabras en Juan 8: 30 y 31 [PDT]: "Mientras Jesús decía estas cosas, muchos creyeron en él. Luego Jesús empezó a decirles a los judíos que habían creído en él: —Si ustedes siguen obedeciendo mi enseñanza, serán verdaderamente mis seguidores. Jesús está afirmando que creer de manera ligera o fácil es inadecuado.
El creer de manera fácil o ligeramente es contrario al mensaje del evangelio. La vida del auténtico creyente no se presenta nunca como una existencia fácil en la que el creyente hace sólo lo que le apetece, sino que el evangelio desafía a los seguidores de Jesús a una vida de obediencia, en la que la fe se confirma con el comportamiento adecuado de los creyentes o seguidores de Jesús.La vida de obediencia fluye de la relación personal y continua con Cristo.
No es cuestión de creer, para que la fe tenga valor debe estar dirigida a la persona correcta, esta es, Jesús, el Hijo de Dios. El creer en Jesús demanda obediencia, de donde el que no obedece no ha conocido a Jesús. Creer en Jesús es conocerle, oírle y hacer lo que nos dice. Esta es la fe que salva y permite una vida en abundancia. Sólo con la verdadera fe podrás ser tú mismo(a) y marcar la diferencia en tú y los otros.
¿Con qué fe vivirás este año?

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