Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

jueves, 28 de febrero de 2008

Líder, ¿seré yo?




MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!
¿Qué es lo que nos hace siervos de Dios? ¿Qué tengo en mente cuando pienso en ser un líder en la iglesia? Jesús responde a estas interrogantes con pocas palabras pero marcando una gran distancia con la sabiduría y conocimiento convencional de nuestra época. "Entonces, Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Mateo 20: 25-28).
Según Jesús, entonces, la verdadera clase de liderazgo demanda servicio, sacrificio y entrega desinteresada. Si tú miras a Jesús como tu líder y modelo supremo de liderazgo, debes moldear tu corazón al de un siervo(a). Los siervos ejemplifican sacrificio.
En el cristianismo, el liderazgo siempre tendrá una dimensión espiritual. La tarea de dirigir a las personas siempre traerá implicancias espirituales. Cada creyente en cualquier tipo de liderazgo que ejerza esta llamado a ser un líder espiritual. Todos debemos recordar que el papel de liderazgo es una responsabilidad espiritual y que a las personas que dirigimos las administramos para Dios, y es a Él a quien daremos cuenta un día (Mateo 25: 14-30).
Si comprendes bien tu responsabilidad ante Dios como líder, tú puedes empezar a ver por qué Jesús representó al líder como un siervo. El verdadero líder inspira a sus seguidores. Alguien que no tiene seguidores difícilmente puede ser llamado líder.
El verdadero liderazgo es influencia. El líder real es quien con su vida motiva a las personas a que le sigan. La mejor clase de liderazgo deriva su autoridad primero de un ejemplo justo y no simplemente por el poder de su prestigio, su personalidad o su posición. El verdadro liderazgo busca motivar a las personas internamente apelando al corazón, no a la presión ni a la coerción externa.
Por estás razones, el liderazgo no tiene que ver con el estilo o la técnica sino más bien con el carácter. Hoy el día muchos cristianos, envueltos en el pensamiento posmoderno pasan por alto los ejemplos bíblicos de liderazgo y se vuelven al mundo secular (sin Dios) en busca de fórmulas con el estilo que creen los hará mejores líderes.
Hoy en día se corre en busca del método o encuentro o retiro final que cambie la vida de manera automático, sin la cruz de Cristo, que se de el momento mágico donde todo cambie. Lo terrible es que nos hemos olvidado del Espíritu Santo, y que quien hace la obra es Dios. Por lo cual, debemos vivir una relación cercana a Él que nos permita humillarnos y doblegarnos a su voluntad. Sólo así podremos ver el amor de Dios manifiesto en la gente de manera que esa obra permanezca y no sea flor de un día o simplemente espuma. Hoy las iglesias se conforman con el efectivismo o con llenar templos, pero no se comprometen con la gente y velan porque el Espíritu de Dios obre en lo profundo de sus vidas para ser verdaderos seguidores de Jesús que reflejen a Él en su vida.
¿Es el liderazgo auténtico simplemente una cuestión de técnica? Este enfoque de imitar lo que actualmente funciona en la teoría de las grandes empresas de éxito y fama, ¿es algo que puedo conciliar con la declaración de Jesús que su reino opera bajo un diferente estilo de liderazgo en comparación con los gobernantes de los hombres?
Claro que no. Categóricamente.
En otras palabras, tú no serás un líder espiritual estudiando las técnicas de los ejecutivos corporativos. Uno no puede moldear el liderazgo bíblico y seguir las tendencias de Wall Street o Silicom Valley. El liderazgo al estilo de Jesús es más que un modus operandi. El verdadero liderazgo espiritual tiene que ver totalmente con el carácter y no con el estilo. Por esta razón tus mentores en el liderazgo espiritual deben ser personas espirituales.
De nuestra cultura actual la iglesia hoy en día se inspira y da soluciones pragmáticas, fórmulas fáciles, programas de tres, cinco, diez o doce pasos que puedan traer solución a la vida de los hombres. Cuando todo está en humillarse ante la cruz de Cristo vez tras vez hasta que nuestra carne sea completamente dominada por el Espíritu de Dios que mora en el creyente y seamos moldeados mansos y humildes de corazón como Jesús.
Los principios bíblicos de liderazgo no son solamente para la iglesia o el lugar donde nos reunimos. De hecho, tú como cristiano debes ser quien marca el ejemplo o tendencia para el paradigma de liderazgo humano, en lugar de ir a los hombres y pedir prestado del mundo lo que parece "funcionar".
¿Se supone que todos deben ser líderes? Obviamente no todos son llamados a ser líderes en el mismo nivel, o el liderazgo por definición no existiría (1 Corintios 12: 18-29). Pero todo cristiano es llamado a ejercer liderazgo en algún nivel, no puedo vivir mi vida cristiana sin influenciar, porque a todos se nos ha dado un mandato de enseñar e influir en los demás. La gran comisión que Jesús nos declara en Mateo 28: 18-20 es para todos los hijos de Dios sin excepción alguna, pues Jesús al cambiar tu vida totalmente y te capacita para obedecerle y servirle donde Él nos ponga. En Hebreos 5: 12 encontramos una amonestación a la inmadurez espiritual diciendo: "debiendo ser maestros". Es claro, entonces, que todos los cristianos son llamados a influir en los demás y a enseñarles la verdad de Cristo.
Mi oración es porque aspires a un liderazgo bíblico, impulsado por el poder del Espíritu Santo que controla tu vida al haberte humillado ante la cruz de Cristo por completo. Anhela un liderazgo osado, sin transigir, fiel y espiritual que inspire a las personas a ser seguidores e imitadores de Jesús.

No hay comentarios: