Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

viernes, 8 de febrero de 2008

Ser joven

Hola, esta semana quisiera compartir contigo acerca de tus años de juventud. La juventud es algo que por generaciones en la raza humana ha sido de diversos modos menospreciada o en el mejor de los casos mal aprecida o reconocida.
El ser joven es sinónimo de no saber, no pensar bien, tan solo sentir, obrar con imprudencia, demasiada inocencia, etc. Esta apreciación puede parecer muy dura o no ser considerada real, pero si nos calmanos y miramos con cuidado a nuestro alrededor percibiremos con mayor o menor claridad esta realidad. Sino mira tu hogar (para algunos ¿hogar?). Lo que debería ser la fuente de seguridad, aprendizaje, motivación e inspiración resulta ser todo lo contrario, con excepciones claro esta.
En el ámbito social el ser joven tampoco nos trae un panorama mejor. Hoy se habla mucho de la condición de joven para acceder a un puesto de trabajo, pero esto no tiene que ver con dar oportunidades a los jóvenes ni estar preocupado por formar para el trabajo a las personas, esto se relaciona con el abuso y con el poco valor económico que resulta emplear a un joven. Es menos costoso, no trae cargas tributarias ni laborales en muchos casos y sobre todo son dóciles y fáciles de explotar por su necesidad, su inexperiencia hace que esto resulte más fácil. Si hay alguna excepción son quitados de en medio pues o se adecúan al sistema o salen de ahí.
Frente a esto qué tiene Dios para hablarnos. Esto es la vida real y no hay lugar para esas ideas idealistas o románticas que nos hablan aquellos seguidores de Jesús. Aquí quiero llamar tu atención porque seguro tienes una percepción equivocada de lo que es el Evangelio. Vivir para Dios es apreciar la vida desde su plenitud, es buscar vivir al máximo y lograr un orden de vida total que de descanso a nuestra vida personal. Eso es lo que el evangelio proclama, y es por eso que el tema recurrente y principal de Jesús es el reino de los cielos puesto aquí en la tierra.
Pablo, expresando el mensaje de Dios en 1 Timoteo 4: 12 nos dice: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza". Aquí encontramos el sentido y valor que Dios le da a la juventud. En ningún caso la menosprecia o la tiene en menos, incapacitada para asumir y menos aún para marcar diferencias.
En primer lugar dice el Evangelio, que no hay razón para que alguien menosprecie a una persona por el hecho de ser joven, la juventud no descalifica ni es un agravante para ser considerado. La juventud por tanto no debe ser considerada una desventaja, tal como hoy se percibe esto, por ello algunos jóvenes luchan por parecer mayores, ya en sus formas de vestir, hablar o su apariencia personal, aunque por otro ellos mismos intentan parecer frescos y vitales, en fin, la eterna contradcción humana.
Frente a esto el Evangelio nos alcanza la segunda precisión, ser ejemplo. Esto en realidad es algo que todos huyen y niegan serlo por el peso de su implicancia. Sí, Dios nos dice no mensopreciemos la juventud, pero a la vez le dice al joven ser ejemplo. El ejemplo demanda estar presto a ser un modelo, en otras palabras que lo que pienses, hables, y actues sea un patrón que guíe a otros a hacer lo mismo dentro de los ámbitos antes expuestos. Esto se conoce como ser un paradigma. Pero este rol nadie está dispuesto a asumir porque "mata nuestra vida" o "mata nuestra libertad".
Dios presenta un camino de excelecia, donde tú que eres joven debes ser el guía de vida por tu vitalidad y anhelos por lograr, en por lo menos seis áreas de influencia.
La primera, en palabras, tener que enseñar el dominio del hablar, considerar lo que pongo en mi mente para luego expresar ello a través de palabras audibles ("De la abundancia del corazón habla la boca" -el Evangelio-), palabra con sentido y posibles de imitar. La segunda, tu conducta, esto implica tener una vida justa e íntegra. Esto no es cucufatería barata. Tiene que ver con ese no se qué que a los futbolistas se les pide, profesionalismo. Si mi cuerpo es mi herramienta de trabajo debo cuidarlo porque el desgaste físico es real y no puedo maltratarlo. Dios te llama a tener una conducta ajustada al respeto y consideración que demandas de modo tal que tú seas el refente primero de lo que hay que hacer entre semejantes. Tercero, amor, no estamos hablando aquí de liberación sexual o de tomar todo por el lado blando de la vida, amor es el servicio desinteresado y sacrificado que hago por otros, darme a los demás buscando su beneficio, esto implica solidaridad, entrega, ayuda no como una situación de emergencia sino como norma de vida. Eso debes ser tú joven. En cuarto lugar, espíritu. Debemos cultivar nuestro ser interior como norma de vida. Damos los que somos, y aquello que guarda tu corazón es lo que compartes con la gente. Tu carácter y lo que éste manifieste es tu realidad, lo externo son circunstancias que permiten dar a conocer lo que eres. Quinto, fe. No es una referencia a creer, sino a la fidelidad o compromiso. Es fácil decir yo creo como un acto intelectual que no trasciende mi condición de vida, pero fe en el Evangelio implica ser capaces de vivir de una manera por siempre y cumplir los roles que esta vida demanda, de manera completa y no condicionada al gusto personal, que si este cambia se acaba todo. Recuerda que tú puedes haber sufrido grandes decepciones por esto ¿Harás tú lo mismo?. Finalmente, pureza, esto habla de un orden de vida íntimo, relacionado directamente con la pureza sexual. ¿Qué es esto? esta pregunta es pertinente pues consideramos que el sexo tiene que ver con el apetito humano y punto, pero al no ser descendientes de los animales y ser considerados por Dios como el sumum de la creación debo decirte que en el Evangelio el sexo tiene trascedencia espiritual que escapa al control meramente físico. Por ello el daño emocional y de visión de sí mismo que el desorden en esta área causa.
El ejemplo que debe asumir el joven según el Evangelio es grande y sólo así lograrás compensar las desventajas que tu juventud e inexperiencia pueden traer a tu vida y a la de otros.
¿Cómo es esto posible? Realmente podemos decir que nadie lo puede lograr. ¿No hay esperanza? Todas estas palabras son inútiles. Jesús nos dice que si es posible vivir esto si decidimos andar con Él, en el Evangelio de Juan Jesús nos dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre sino es por mi". Puedes vivir plenamente lo que el Evangelio dice si eres un seguidor firme de Jesús, al creer en su Palabra y hacerla realidad en tu vida. En eso estamos todos los jóvenes de MJ, tú también puedes ser parte de esto, ven y ocupa tu lugar.


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