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martes, 26 de mayo de 2009

La propiciación


MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

"...a quien puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados"... (Romanos 3: 25)

Literalmente este pasaje nos dice: "un (sacrificio) propiciatorio por medio de la fe en su sangre". En el griego la palabra es jilasterion, "el lugar de propiciación". Esta misma palabra ocurre en 1 Juan 2: 2; 4: 10, como una traducción de jilasmós, "lo que propicia", "un sacrificio propiciatorio". En la versión de la Biblia septuaginta (LXX) y en Hebreos 9: 5, jilasterion se usa para indicar el propiciatorio del arca del pacto. El propiciatorio era la tapa que cubría la parte superior del arca del pacto protegiendo el contenido de la misma (la vara de Aarón, el maná y las tablas de la ley).

El propiciatorio era rociado con la sangre del sacrificio en el día de la expiación (Levítico 16: 14), en señal que la justa sentencia de la ley había sido ya cumplida, de modo que lo que de otra manera habría sido un trono de juicio podía ser ahora con base en la justicia divina un lugar de propiciación y misericordia (Hebreos 9: 11-15; 4: 14-16) y un sitio de comunión con Dios (Éxodo 25: 21, 22).

En cumplimiento del tipo antiguotestamentario, Cristo es en Sí mismo el jilasmós, "lo que propicia", y el jilasterion, "el lugar de propiciación" -el propiciatorio rociado con su propia sangre-, la señal que Él ha honrado la ley, al sufrir en nustro lugar la justa sentencia que ella impone, a fin que Dios, quien siempre tuvo prevista la cruz de Cristo, pudiera ser vindicado en el hecho de "haber pasado por alto los pecados pasados", desde Adán hasta Moisés (Romanso 5: 13), y los pecados de los creyentes que vivieron bajo el pacto del antiguo testamento (Éxodo 22: 33); y también para que Él pudiera ser justo al justificar a los pecadores bajo el nuevo pacto de su propia propiciación. En la propiciación la idea no era aplacar a un Dios vengativo, sino hacer lo recto según su santa ley y proveeer así la base para que Él mostrara misericordia en conformidad con su justicia.

"Su justicia" según vemos en Romanos 3: 26 hace referencia en este caso a que Dios es consecuente con su propia ley y santidad al justificar gratuitamente a un pecador que cree en Cristo; es decir, uno en cuyo favor Cristo ha cumplido todas las demandas de la ley (Romanos 10: 4).

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