Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Sólo lo mejor

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

El trajín diario de la vida nos hace pensar en solo vivir el momento, y a costa ¿de qué? De cualquier precio. Ya no nos importa nada en absoluto pues todo es tan rápido que en ningún momento medimos o meditamos sobre las consecuencias de lo que hacemos. Vivimos lo inmediato sin pensar en la trascendencia del existir. El evangelio nos dice al respecto:
"¿Qué he ganado si, sólo por motivos humanos, en Éfeso luché contra las fieras? Si los muertos no resucitan, ||comamos y bebamos, que mañana moriremos||" (1 Corintios 15: 32 -NVI-).
Hay una esperanza que es la vida eterna una vez que todo este existir haya pasado. No vivimos para tan solo unos años. Vivimos para considerar dónde voy a pasar la eternidad. Tal es así que grandes y pequeños estaremos ante el Creador:
"Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros" (Apocalipsis 20: 12 -NVI-).
Esto es el cumplimiento de la profecía dejada por el Padre que dice:
"Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otrogó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2: 9-11 [NVI]).
Todos un día tendremos que dar cuenta de lo que hicimos, nuestras obras serán manifiestas pero sólo servirán para condenación pues la única forma de vivir una eternidad perfecta con Dios es reconocer que Jesucristo es el Rey, por fe, aceptando la obra que Él hizo por nosotros. ¿Estás listo(a) para ese día?


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