Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

jueves, 11 de junio de 2009

Nunca te des por vencido...

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

¿No has sabido, no has oído
que el Dios eterno es Jehová,
el cual creó
los confines de la tierra?
No desfallece ni se fatiga
con cansancio,
y su entendimiento
no hay quien lo alcance.
Él da esfuerzo al cansado
y multiplica las fuerzas
al que no tiene ningunas.
Los muchachos se fatigan
y se cansan,
los jóvenes flaquean y caen;
mas los que esperan en Jehová
tendrán nuevas fuerzas,
levantarán alas como las águilas,
correrán y no se cansarán,
caminarán y no se fatigarán.

-Isaías 40: 28-31-

Estás palabras nos pueden llevar a pensar que es una arenga humana muy popular que utilizamos para alentar en casi todos los ámbitos... ¡¡¡Sí se puede!!! Pero es necesario leer con cuidado el mensaje profundo de estas palabras que el evangelio nos presenta. Éstas tiene que ver con la esencia de la vida.

Me estoy refiriendo en primer lugar a Dios mismo, Él es el Creador que todo cuanto existe. Tú procedes de Él, lo creas o no; y vives por Él, lo consideres o no, y finalmente le darás cuenta de tu vida, te parezca o no. Dice la Escritura que de Él mana la vida. Dios tiene todo el poder, toda la capacidad y el pensamiento de Él va más allá de todas las cosas pues de el porcede todo.

La verdadera fuerza para la vida no está en la determinación personal, tampoco se encuentra en la sed de vengaza, menos aún en la envidia, ni en el aprovechar las oportunidades. Toda experiencia humana es limitada, no tenemos la capacidad de sostener el mismo ritmo de ánimo, fuerzas y disposición a lo largo de la vida, necesariamente tenemos bajones los cuales no podemos enfrentar, por eso tantas ofertas de escape inmediato como las diversiones y la vida disoluta o de calavera como antiguamente se decía. Pero estas distracciones no son reales pues su efecto es tan efímero que algunas se vuelven un vicio y en lugar de aliviar nos destruyen y llevan a la ruina personal.

Pero esta situación en el fondo no es muy diferente al que hace equilibrios en su vida y de una y otra manera logra permanecer en el promedio manteniendo a flote su persona. El fondo del asunto es que llega el momento que nuestro ser interior queda vacío y sin nada que nos impulse a seguir adelante.

Aquí las Escrituras no dicen que es Dios es único que nos puede dar fuerza real para sobreponernos a nuestra situación crítica y para fortalecer el ser interior en la medida correcta. La fortaleza personal no se encuentra en la capacidad de esfuerzo físico ni en el respaldo intelectual que mi vida tiene, la verdadera fortaleza se encuentra en Dios, por ello al empezar se nos decía quién es Dios, el Creador de todas las cosas, el sutentador de todo cuanto existe, y quien posee todo el conocimiento, el mismo que va más allá de lo conocido.

Por esta razón debemos entregar nuestra vida a Dios para que sea Él quien la dirija y sostenga en medio de este mundo que nos cansa y quita todas las fuerzas, no sólo las físicas sino por sobre todo las anímicas o espirituales. Dios es la respuesta que tanto buscas, considéralo y no importa lo que ahora pienses del Creador Él te invita a darle tu vida para descubrir la realidad para la cual existes.

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