Prosigo a la meta...

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

"Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús".
-Filipenses 3: 13, 14-

¿Hacia dónde va tu vida? ¿tienes una meta qué perseguir? ¿es esa meta segura? Es importante en la vida tener una meta, es más es parte de la misma naturaleza humana tener un sentido de dirección pues el carácter moral del ser humano nos hace por dignidad reconocer nuestra utilidad y usar al máximo lo que somos.

Pero... ¿qué somos? Tristemente debemos decir que la gran mayoría de gente sobre la tierra no sabe quien es y busca su identidad en logros materiales sean académicos, laborales, materiales o similares. Aquí hay un grave error, no podemos hacer lo que no somos, y nuestra realidad personal no se puede medir por las cosas que realizamos, logramos o ganamos pues lo que cuenta realmente es quienes somos como persona. ¿Qué tienes en en tu interior? ¿hay algo valioso en tí? Si miramos al interior tendríamos que buscar amor, integridad, honestidad, lealtad y algunas otras virtudes más que valgan, pero la verdad es que hoy en día son tan escasas porque nadie las tiene.

Hemos debenido en seres vacíos carentes de sentido que prácticamente vivimos el hoy y punto. Es tan limitada nuestra vida que ya no podemos pensar más alla de nosotros mismo. Pero el evangelio nos dice que hay un antes y después. Podemos dejar de lado el pasado y mirar hacia adelante con seguridad, firmeza y esperanza. No pretendidendo ser lo que no somos o considerarnos perfectos sino entendiendo nuestra limitación y pequeñez lo que hace imposible que satisfagamos nuestro ser interior que demanda en todo momento tener significado y entender que somos producto de amor y una voluntad premeditada. El azar no cuenta en la existencia pues Dios determinó que seamos, tú eres una decisión de Dios de existir con cada una de tus características propias e irrepetibles.

El reflejo para el cual debemos vivir para conocer la plenitud de la existencia es Jesús, Él dijo YO SOY, el pan, la luz, el camino, la verdad, la vida... Él es todo por ello debe reinar en tu vida entendiendo que en Él y sólo en Él puedes encontrar la plenitud del existir pues por Jesús y para Jesús fueron hechas todas las cosas.

Hay una real oportunidad de victoria en tu vida si decides andar en Jesús...