Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

miércoles, 19 de mayo de 2010

La iglesia

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

Ahora es importante referirnos a la iglesia visible. Vamos hacer referencia a dos pasajes como base para esta doctrina, 1 Timoteo 3: 15; 1 Corintios 10: 32. Aquí encontramos una referencia al cuerpo visible formado por quienes profesan ser creyentes, y al cual se le llama de manera colectiva "la iglesia". Es en este sentido que la historia toma nota de la iglesia, aunque ella existe bajo muchos nombres y bajo muchas divisiones que se basan en diferencias de doctrina o del tipo de gobierno eclesiástico. Es dentro de esta "iglesia" histórica que, en su mayor parte, ha existido la verdadera iglesia, "la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo" (Efesios 1: 22, 23; Hebreos 12: 23).

La iglesia verdadera, integrada por todos los redimidos desde Pentecostés hasta la primera resurrección (1 Corintios 15: 52), quienes se hallan unidos los unos a los otros y a Cristo por el bautismo del Espíritu Santo (1 Corintios 12: 12, 13), es el cuerpo de Cristo, su Cuerpo del cual Él es la cabeza (Efesios 1: 22, 23). Como tal, la iglesia es un cuerpo santo para la habitación de Dios en Espíritu (Efesios 2: 21, 22); es "una carne" con Cristo (Efesios 5: 30, 31), y se halla desposada a Él como una virgen pura a su esposo, según lo dicho en 2 Corintios 11: 2-4. Asimismo se incluye al remanente fiel que ha existido dentro de la nación de Israel (Romanos 11: 5). En al historia de Israel puede distinguirse la presencia de un "remanente", es decir, un Israel espiritual dentro de la nación judía.

En el tiempo de Elías, siete mil israelitas no habían doblado sus rodillas delante de Baal (1 Reyes 19: 18). En los días de Isaías, fue a causa de aquellos "muy cortos residuos" que Dios se contuvo de destruir la nación (Isaías 1: 9). Durante los tiempos de cautividad el remanente se halla representado por judíos como Ezequiel, Daniel, Sadrac, Mesac, Abed-nego, Ester y Mardoqueo. Al final de los setenta años del cautiverio babilónico, fue el remanente el que volvió a Palestina bajo la dirección de Esdras y Nehemías. Cuando el Señor vino, Juan el bautista, Simeón, Ana y "todos los que esperaban la redención en Jerusalén" (Lucas 2: 38), pertenecían al remanente fiel.

Durante la presente edad de la iglesia, el remanente lo integran todos los judíos que creen en Cristo Jesús (Romanos 11: 4, 5). Pero el principal interés en el remanente fiel es de carácter profético. En el tiempo de la gran tribulación, un remanente de Israel se volverá a Jesús aceptándole en su carácter de Mesías y le servirán como sus testigos ante el mundo, después del traslado de la iglesia (Apocalipsis 7: 3-8). Algunos de ellos sufrirán martirio (Apocalipsis 6: 9-11). Varios de los Salmos expresan, proféticamente, el gozo y los sufrimientos del remanente en al gran tribulación.

El futuro predicho para la iglesia visible es la apostasía (Lucas 18: 8; 2 Timoteo 3: 1-8); el futuro de la iglesia verdadera será la gloria (Mateo 13: 36-43; Romanos 8: 18-23; 1 Tesalonicenses 4: 14-17.

No hay comentarios: