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La hora en Lima

jueves, 9 de abril de 2009

La entrada triunfal

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!
En Mateo 21: 1-11 encontramos la presentación de manera oficial y pública de Jesús como Rey de Israel.
Esta presentación es muy peculiar pues no es una presentación organizada previamente y hecha cuidando los detalles para que la misma llame la atención a toda la ciudad, claro está, con fines políticos. Esta entrada a Jerusalén es el cumplimiento de la profecía de Zacarías 9:9 y busca reconocer a Jesús como el Hijo de Dios, el Rey de Israel, de modo tal que en esta condición, es aprehendido, juzgado, condenado y muerto en la cruz. Este reconocimiento le da un valor adicional a su entrega para ser sacrificado. Él no se aferró a su situación humana sino que se despojó de toda ventaja o privilegio para entregar su vida por el pecador. Por tí y por mi.
La vida de Jesús, sobre todo sus palabras causan una verdadera revolución hasta el día de hoy. Muchos de los pasajes que nos presenta el evangelio de Mateo se han vuelto famosos y son la base para muchos mensajes de quienes nos hablan de Dios según La Biblia. Es más, tal ves los oímos tan a menudo que olvidamos lo impresionantes que fueron esas palabras cuando Jesús las pronunció por primera vez. Del mismo modo el suceso de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en el inicio de la semana de la pascua judía, resulta de un lado impresionante, y de otro tremendamente perturbador, sea para la población de la ciudad en general, para la religiosidad de su época, y para las autoridades romanas que gobernaban.
Era la culminación de un ministerio transparente, firme y verdadero. Que testificaba coherentemente entre la enseñanza de Jesús y su vida personal a la cual todos podían acceder. Jesús cambió el mensaje religioso de su época y marco la esencia del evangelio, la sencilles de palabras dejaron a un lado la pomposidad de lenguaje de los eruditos religiosos, y su compromiso con la verdad de Dios señaló su fidelidad al Padre y no al sostén de dogmas religiosos altamente politizados.
Jesús cambió, en una simple charla, la definición total de espritualidad. Para el pueblo de su época ser espiritual era seguir reglas al pie de la letra. Mientras más reglas obedecías, más espiritual eras. Jesús enseñó que las reglas no te salvarían sino la fe. Las reglas religiosas sólo te muestran que necesitas a Dios. Jesús hizo enojar a muchas personas cuando dijo estas cosas. En el proceso inició una revolución llamada cristianismo.
Cuando Jesús entró a Jerusalén fue visto y reconocido por todos, ese es el señorío de Cristo, no importa si crees en Él; Él se encuentra por encima de todos y será siempre Rey pues es su investidura por ser el creador.
Jesús es Señor, y más alla de tradiciones religiosas hoy necesitas reconocerle como tu Rey personal, dejando que entre a tu vida para ser tu Señor, pues eres como todos los hombres un necesitado de salvación.

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