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La hora en Lima

lunes, 5 de octubre de 2009

El contenido de la relación amorosa

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

Una vez que empieza la relación sucede un hecho que muy pocos piensan o calculan, ahora que somos enamorados o novios según el caso, país o circunstancia ¿qué? Sí, ahora viene el quehacer de una relación pero muchos no tiene la menor idea de ello. Es más hoy en día no se piensa nada sobre el asunto pues al tener relaciones tan sólo emocionales, llenas de pasión y útiles usualmente como válvulas de escape se enfocan en la sexualidad en mayor o menor medida y buscan egoístamente satisfacer su necesidad personal y punto.
Pero el quehacer de una relación es muy diferente a la época de flirteo o seducción, donde buscamos agradar a la otra persona y que ella nos agrade. Es una relación que busca ahora establecerse, fortalecerse y madurar para fructificar en todos los aspectos, desde el personal incluso hasta lo que tiene que ver con los dos. Ahora en el pensamiento personal debo incluir a la otra persona antes de tomar una decisión. Eso es una relación, actuar de otro modo es cualquier cosa menos el hecho de tener un compromiso y en consecuencia dicha relación está condenada al fracaso.
Lo real es que debemos enfrentar momentos oscuros en toda relación, salvo que suprimamos sentimientos o neguemos la realidad siempre vamos a tener discusiones o confrontaciones pues dos pareceres nunca van a coincidir en todo. Estamos hablando de discrepancias pequeñas como mayores, esto empieza cuando ambos tienen preferencia por un color diferente pero el momento demanda que se elija uno solo; llegando hasta pareceres contrapuestos o contradictorios sobre orden, gastos, etc. Considerando además los posibles problemas emocionales que puedan llevar a cuestas cada uno por su formación familiar.
Aquí es importante entender y considerar seriamente que la presencia de Dios no se encuentra para nada condicionada en la relación de enamoramiento o noviazgo. Dios está también con nosotros en los momentos de oscuridad. La fe auténtica nace cuando empezamos a no ver nada. Tal vez el momento más claro para ver a Dios es cuando nos quedamos solos y abandonados frente a la tormenta.
Cuando no nos queda nada más que Dios, entonces es cuando estamos verdaderamente con Él. En otro momento siempre decidiremos por nuestra cuenta y a nuestro antojoso criterio. Déjense consolar, aconsejar y conducir por Dios. Por esta razón toda pareja, sin excepción alguna necesita tener un consejero sabio, prudente, dispuesto, que por su experiencia pueda guiar el camino que comienzan los enamorados o novios con la esperanza de llegar al matrimonio. Esto es importantísimo pero la realidad nos indica que muy pocos toman en cuenta esto y menosprecian que alguien pueda guiar o aconsejar su relación. Creemos saberlo todo y tener todo bajo control. ¡¡¡Falso!!!
Una de las ventajas del enamoramiento o noviazgo es que no viven juntos y pueden empezar a manejar con cuidado los momentos de molestia. En tal caso es mejor no encontrarse cuando alguno se encuentre verdaderamente molesto. Este tipo de molestia no se puede manejar de la mejor manera cuando estamos en esta etapa de una relación amorosa, pues el desgaste es muy riesgoso e implica muchas veces situaciones emocionales personales que hay que enfrentar y confrontar de manera personal y no siempre quien está involucrado(a) emocionalmente con uno es la mejor persona para ayudar.
Orar juntos es muy importante porque abre la puerta a un tema fundamental, la fe. Orar juntos exige un gran esfuerzo pues desafía mi actitud y conocimiento de Dios quien es la base de cualquier relación seria. Es importante comprobar que se es capaz de hablar de todo, incluso de la fe. La fe en común es fundamento del matrimonio. Orando se sabe lo que cree y vive en su relación con Dios, descubrimos el valor de Jesucristo en su vida. Si construyen su casa sobre esta roca, ninguna tempestad podrá barrerla.
No es suficiente que durante la relación previa al matrimonio se prometan comprensión y ternura mutua, o incluso que aprendan a esperar y orar juntos. Es fundamental que también se entiendan en asuntos de dinero, de tal manera que decidan juntos sus gastos. La mujer debe saber lo que gana su esposo y viceversa, el hombre saber lo que gana su esposa y ambos deben estar de acuerdo en cómo gastan el dinero.
Y en cuanto al trato personal, específicamente el trato físico es la mujer quien decide hasta dónde llega el hombre. Es así de claro y sencillo. Si el hombre no acepta ya sabes que clase de persona tienes en frente; y si no respeta tu decisión y va más allá de tu voluntad eso es violación. Ningún chico puede ir más allá de lo que consiente una chica. No debes tener una pena equivocada mujer. Tú eres digna. Amas a un muchacho… ¡¡¡Trata de hacerlo un hombre!!! Y eso es tener dominio propio.

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