Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

viernes, 30 de octubre de 2009

El amor fuente de vida

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

Por lo general siempre cometemos el mismo error: El no preguntar. Levantamos delante de nosotros una muralla del saber. Muralla falsa por cierto, muralla que aparenta conocimiento pero que protege nuestra ignorancia de la manera más burda pues permite sumirnos en ella y desde la misma perdernos en decisiones y actos que reflejan sinsentido aunque proclamemos lo contrario.
Por otro lado muchas veces no queremos saber demasiado. Tenemos miedo que la responsabilidad del saber sea una carga muy grande y nos aplaste. Tenemos miedo en concreto a la responsabilidad personal, a la toma de conciencia del por qué de las cosas. Miedo a que descubran nuestra ignorancia, por eso actuamos neciamente y hablamos con firmeza, agresividad, vehemencia y tantas otras con prepotencia, de modo tal que el temor de otros cubra la ignorancia propia.
Asimismo, en otras ocasiones huimos para no afrontar la realidad. Escapamos de la confrontación, pues la verdad lastima y mueve las bases erradas sobre las cuales pretendemos construir una vida, una vida tan endeble como un castillo de naipes, incapaz de resistir el más mínimo viento y menos aún tempestad o moviendo de sus bases.
Este estilo de vida es toda una contradicción frente a la gran proclamación de amor que hoy en día se vive. Si es que consideramos a la sexualidad como la casi exclusiva manifestación de amor o la intensidad del placer como la medida de amar. Vivimos en realidad un raquitismo sentimental a tal punto que nadie hace nada por el amor ni para el amor porque el amor verdadero no conoce la pereza. Deberíamos tomarnos la molestia de buscar, con constancia, paciencia y siempre velar por una solución que fuera conforme a la voluntad de Dios; ese es el trabajo difícil del amor.
De ahí la necesidad de interesarnos suficientemente en cada persona y preguntar siempre un poco más por ella.

Quisiera plantearte en primer lugar que frente al desenfreno que vivimos la poligamia como estilo de vida no es la solución o el ser mujeriego o ser liberar con las relaciones que mantenemos. La gran interrogante es si una persona puede amar sea a varias mujeres a la vez o una mujer hacerlo con varios hombres al mismo tiempo. Verás que esto no es posible: o bien no tiene ninguna relación con la que dice ser su mujer o tiene una mujer favorita. De cualquier forma el resultado es la miseria y la nada, los celos y el odio. La Biblia lo deja bien claro cuando describe los inconvenientes de la poligamia en los distintos personajes bíblicos. Te menciono algunos para que revises sus vidas y la tragedia que fue el hecho de tener varias mujeres y el resultado en los hijos que criaron. Tenemos a Abraham, Jacob, el rey David, y Salomón. Conoce sus vidas, lee al detalle lo que hicieron y descubrirás el fracaso sentimental y familiar de cada uno de ellos.
En segundo lugar, deseo desafiarte que enfrentes los errores humanos que puedes cometer cuando decides conocer a alguien de manera cercana o empiezas una relación comprometida. Muchas veces debemos experimentar la confusión de pensamiento. Es en estos momentos donde podemos comprender mejor la necesidad de la guía de Dios, el plan de Dios comienza al ofrecerte salvación por medio de Jesús y así ser parte del reino de los cielos, entonces, todo lo que necesites te será provisto (Mateo 6: 33).
Dios ha estado presente en tu vida desde tu creación, el te puso en el vientre de tu madre desde antes que ella misma lo supiera (Salmo 139: 13- 16). Ha estado presente el sufrimiento de tus padres, en el tuyo propio, estuvo presente en el olvido de tu padre, en el rechazo de tu madre. Pese a todos los momentos duros te atrajo a si mismo. Te dio fe. A pesar de tu desobediencia e infidelidad, te puso delante de Él. Esta es la obra de Dios. El no fue pasivo ni perezoso. Aun cuando todos se vuelvan infieles, Él permanece fiel (2 Timoteo 2: 13).
La tercera consideración, tiene que ver con las circunstancias de la vida, muchas veces Dios nos deja sin soluciones, sólo nos indica el primer paso que hay que dar. Por esta razón el Salmo 119: 105 nos dice: “Tu palabra es lámpara que guía mis pasos; luz que alumbra mi camino” (PDT). Dios no promete una vía iluminada, sino un faro como punto de referencia. Te promete una linterna que te permite ver tus pasos, esos pequeños pasos. No ilumina más lejos, solamente una porción muy pequeña del camino. Todos los caminos empiezan con un primer paso.
Debemos entender que hombres y mujeres somos diferentes. Las mujeres buscan el control en base a las emociones, ellas piensan con el corazón y no con la cabeza (eso no quiere decir que no piensen, sino que sus emociones son en gran medida el impulso de sus decisiones y actos). Incluso en las cosas prácticas, tiene más imaginación que los hombres.
Ten presente entonces que una mujer enamorada va a pensar en todo y de todas las formas. La fantasía es hija del amor.
Una relación es una prueba de fe, pero más aún un enfrentamiento a la tentación, por ello son temibles los encuentros amorosos a solas, sobre todo cuando la conversión es genuina y queremos llevar adelante una relación de amor de manera correcta. Toma como referencia la Cena del Señor, esa comunión que tiene Cristo con su iglesia es la que debe inspirar la relación con el ser amado.

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