Cuidando el físico... diviértanse

La hora en Lima

viernes, 23 de octubre de 2009

Unas palabras a las chicas

MJ Más jóvenes... ¡¡¡Locos por Jesús!!!

La verdad que las mujeres no hacen la tarea demasiado fácil a los hombres. Por un lado, quieren que el hombre sea fuerte y reflexivo, so sentimental y, por otro, que sea sensible, tierno y que tenga necesidad de ti. Dime, ¿qué hombre puede reunir cualidades tan opuestas según el caso?
Si se sopesa todo, en realidad no se puede experimentar el verdadero amor antes del matrimonio. No sólo es cierto que el matrimonio nace del amor; la inversa también es la verdad. El amor nace del matrimonio y aquí llega con lentitud. En Génesis 24 encontramos el matrimonio de Isaac y Rebeca. Cómo te darás cuenta se casaron sin haberse visto nunca antes. El amor vino después.
Fijémonos cómo hablarían los tiempos antiguos con los modernos: “Se casan con la muchacha que aman; en cambio los antiguos amamos a la mujer con la que nos hemos casado”.
Chicas, nunca sobreestimen la experiencia amorosa. Tiene su importancia ciertamente; pero el amor alcanza su estatura perfecta en el matrimonio.
No solamente es bueno pelearse durante el enamoramiento o noviazgo, siempre con respeto y cuidado físico y espiritual, sino que incluso podemos decir que el pleito es necesario. Realmente siempre habrá una duda cuando existe una pareja que nunca discute. Lo importante no es la disputa para no ser malentendido, sino la posibilidad de la reconciliación. Es un arte que es preciso aprender antes del matrimonio; Mientras puedan perdonarse el uno al otro, no tienen nada que temer por su matrimonio.
Los únicos que no deben casarse son aquellos que no saben encontrar la primera palabra. Tampoco debería casarse quien no tiene humor después de una discusión.
Por esta razón se dice tres veces en Cantares: “No lo despertéis, no despertéis el amor antes que él lo quiera”. Esta advertencia debería estar escrita con letras de fuego sobre el dintel del matrimonio.
Tal vez la espera resultaría más fácil si no se ven tan seguido. Cada encuentro puede estar entonces más cargado de sentido. En esto no hay reglas. Tiene que encontrar la solución de común acuerdo.
Jamás piensen chicas que una concepción prematura puede ser comparable con la dicha profunda de la maternidad dentro del matrimonio, sin apuro ni nada que resulte extraño. Nunca rebajes a tu hijo como un medio de presión para alcanzar algún fin personal. Si sabes esperar Dios tendrá soluciones prácticas para cada momento que vivan. Recuerda tener una consejera confidente madura, con mayor experiencia en el amor y sus va y vienes, si es casada mejor, y más aún si es madre.
La Biblia habla poco del matrimonio y todavía es más significativo que cite cuatro veces el mismo texto:"por lo que el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne" (Génesis 2: 34; Mateo 19: 5; Marcos 10: 7; Efesios 5: 31). Hay que subrayar que este pasaje clave, repetido cuatro veces, no habla de los hijos. Los hijos son, según la Biblia, la bendición suplementaria de Dios. Pero no constituye el único fin del matrimonio. El amor entre esposos, la unión del hombre y de la mujer en la presencia de Dios, tienen una razón y un fin en sí mismos.

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